¡Abróchense los cinturones!… Hablaremos sobre las turbulencias en los aviones.

Si hay algo molesto a la hora de viajar son esos momentos en los cuales el avión se empieza a mover de un lado al otro lo que genera que se encienda la señal lumínica de abrocharse los cinturones y tengan que quedarse en sus asientos hasta que esos movimientos, llamados turbulencias, culminen.

Pero resulta más molesto aún si justo en ese instante estaban con ganas de ir al baño y deban permanecer en sus asientos hasta que todo pase, pudiendo tratarse de cuestiones de segundos, minutos o incluso el viaje completo (dependiendo su duración, sobre todo en viajes cortos).

Ni hablar si uno no se lleva bien con estas situaciones y al más mínimo movimiento del avión, la cabeza les empieza a jugar en contra y se origina la sensación, primero de estar mareados y sentirse mal, y luego de tener ganas de vomitar. Conviviendo con el temor de lo que solo era una sensación, al rato se convierta en realidad.

En particular lo que más odio de las turbulencias es que se interrumpe el servicio de comidas del avión, que es una de las cosas que más disfruto del vuelo, pudiendo el mismo quedar totalmente suspendido si se trata de un tramo de corta distancia. Cuando veo que se asoma el carrito de bebidas y snacks lo único que pienso es “Que no aparezcan turbulencias ahora… Que no aparezcan turbulencias, por lo menos hasta que me hayan servido y consumido mi parte”. Una vez sucedido esto, que el avión se mueva para donde quiera, total mi viaje ya está pago.

Hablando en serio, ahora si, nos pusimos a recordar cuántos vuelos realmente los hemos sufrido por culpa de las turbulencias y la verdad es que son contados con los dedos de la mano pero no por ello significa que no tenemos que desconocer la posibilidad de su ocurrencia y debido a esto es que hoy vamos a aprender un poco más sobre ellas.

¿Qué son las turbulencias?

La palabra turbulencia hace referencia a algo que es turbulento, desordenado o agitado. Por ejemplo, un avión, puede decirse que, sufre turbulencias cuando se mueve de forma violenta debido a las modificaciones de velocidad y dirección de las corrientes de aire. Esto sucede cuando el aire se desordena y aparecen perturbaciones, normalmente, en forma de remolinos.

Pueden producirse por diferentes situaciones meteorológicas. Las causas más comunes que podemos apreciar en un vuelo de avión son por las formaciones de nubes, las tormentas y las corrientes de aire en cadenas montañosas. La cizalladura es otro de los fenómenos meteorológicos que pueden afectar al vuelo y se trata de una variación bastante brusca de la intensidad y dirección del viento. Además, durante un vuelo pueden generarse las turbulencias directamente propias del avión que ocurren cuando grandes masas de aire chocan contra los extremos de las alas del avión. En todos los casos, los pilotos fueron entrenados realizando numerosos ensayos y simulaciones para controlar cualquiera de las situaciones mencionadas anteriormente y otras que puedan presentarse.

Suelen darse en alturas bajas que son propias de viajes de corta duración pero esto no significa que los vuelos de larga duración queden exentos.

¿Cuáles son los tipos de turbulencias que pueden ocurrir en un vuelo?

Las turbulencias son de tres tipos, siendo éstos fácilmente identificables unos de otros:

Las primeras, las llamadas turbulencias leves, se tratan de pequeños movimientos del avión casi imperceptibles que hasta nos permitirían estar de pie sin movernos.
Pueden ocurrir también las turbulencias moderadas, donde surgen movimientos perceptibles que, estando de pie, nos podrían hacer perder el equilibro y en el afán de querer sujetarnos podemos lastimarnos o lastimar a terceros.
Y por último están las turbulencias severas, las más graves de las tres, donde el avión se movería de tal manera que podrían sentir que se hunden en el asiento (cuando el avión se mueve hacia arriba bruscamente), o de que volaran por los aires despegándose del asiento (cuando el avión desciende).

¿Qué tan peligrosas son?

Como mencionamos al principio es normal que los pasajeros puedan llegar a asustarse, por no tener el control de la situación, e incluso sufrir mareos ante la aparición de turbulencias. Por ello hay que dejar en claro que las turbulencias no suponen un gran problema a nivel seguridad del avión. Los aviones están diseñados para soportar hasta las turbulencias más agresivas y los pilotos están perfectamente preparados para hacer frente a estas adversidades, por ejemplo con maniobras de cambios de altitud o reducción de velocidad.

La mayoría de los aviones poseen sensores instalados en las cabinas que sirven para anticiparse y detectar las turbulencias y su intensidad; no obstante, los pronósticos no tendrán una exactitud del 100% ya que la naturaleza es impredecible y la meteorología puede variar de un momento a otro.

Dentro de un avión hay factores que hacen que las turbulencias estén más o menos presentes. Por ejemplo, los pasajeros ubicados en asientos cercanos a las alas notarán menos estas alteraciones por estar próximos al centro de gravedad del avión. En cambio aquellos pasajeros que se ubiquen en asientos cercanos a la cola del avión son los que más las notarán. Se debe tener en cuenta también que, cuanto más grande sea el avión y el asiento, menos notaremos las turbulencias.

¿Por qué deben usar el cinturón de seguridad?

En caso de entrar en un tramo de turbulencias, de los tipos moderadas y severas, el piloto siempre avisará por altavoces o por las señales lumínicas de advertencia sobre lo que está ocurriendo y las medidas que se deben tomar.

En situaciones de turbulencias importantes el cinturón puede prevenirlos de golpes ocasionadas por el movimiento del avión y hasta incluso salvar la vida. Sí, no estamos siendo exagerados, si no nos creen lean artículos relacionados a viajes verdaderamente turbulentos.

Recomendaciones para no sufrir las turbulencias.

Si son de los que viajan en avión por primera vez o aún habiendo viajado en varias oportunidades siguen teniendo la sensación de malestar, ante la aparición de turbulencias traten de mantener la calma, las turbulencias no son peligrosas siempre y cuando se sigan una serie de recomendaciones para afrontarlas con tranquilidad y así conseguir un vuelo agradable.

A continuación dejamos unos consejos simples que están al alcance de cualquiera y que pueden ayudarlos para lograr un viaje sin alteraciones:

Ir al baño antes de subirse al avión. Si el viaje es de corta duración esto puede ser muy útil ya que de esta manera no tendrán que levantarte durante el vuelo. Así evitarán que las turbulencias los sorprendan estando en el pasillo camino al baño e incluso quedarse atrapados en él.

Elegir el asiento de acuerdo a sus necesidades. Si tienen la posibilidad, elijan bien el asiento. La ventana, en muchos casos, los hace sentir más seguro. En cambio, los asientos del lado del pasillo pueden darles la sensación de libertad ante un imprevisto.

Respetar las indicaciones de los tripulantes.
Tener siempre puesto el cinturón de seguridad. Así evitarán golpes, caídas y mareos.

Mantener los objetos personales guardados. Esto evita que no salgan disparados si los movimientos del avión son muy bruscos.
Durante todo el viaje, mantén tu cuerpo hidratado. Se aconseja consumir 250ml de agua por cada hora que estés en el aire.

Tratar de distraerse con alguna actividad. Ver una película, escuchar música, hablar con tu acompañante.
Intentar controlar la respiración. En caso de situaciones de estrés inhalar y exhalar, para evitar una situación de pánico.
Tener a la vista la bolsa desechable para el vómito y saber como utilizarla. Así evitarán perder tiempo buscándola.
Llevar pastillas para las nauseas. Si ya saben como se comportan ante estas situaciones.
Mantenerse tranquilo. No hacer grandes gestos o movimientos. Si no se sienten bien eviten andar haciendo shows, porque pueden poner nerviosos a otras personas y hasta “contagiar” los mismos síntomas por más que no los tengan.