Cuenca: Patrimonio de la Humanidad a dos horas de Madrid.

Mirador de Cuenca

Cuenca es una ciudad ubicada en la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, en las montañas del centro este de España. Es una de las 15 ciudades españolas declaradas Patrimonio de la humanidad, lo cual ya es un buen motivo para visitarla. Ofrece una cita mágica para disfrutar de su ambiente rural y es un lugar ideal para vivir la historia tradicional de España, así como su evolución pudiendo admirar múltiples monumentos que se han heredado desde hace siglos.

La ciudad mantiene su historia con empinadas calles de adoquines, propias de una villa castellana del Siglo de Oro, edificios centenarios y ruinas de castillos medievales amurallados. Se encuentra entre las hoces (hoz= valle estrecho por donde pasa un río rodeado de altas paredes de roca) de los ríos Júcar y Huécar, en un terreno elevado.

Su enclave es impresionante. Cuando observan donde se construyó, entre dos ríos, entienden su merecida fama de Ciudad Patrimonio. Esta localización le confiere a la ciudad una espectacularidad que hace que Cuenca sea tan famosa.

Su riqueza arquitectónica es una referencia del turismo español a lo largo del mundo, sobre todo para aquellos devotos cristianos que sienten la necesidad de ver sus magníficos templos como por ejemplo, su Catedral.

Pero cuando uno nombra a Cuenca es imposible no hacer referencia a sus “Casas Colgadas” bien conservadas, que flotan sobre la Hoz del Huécar y pareciera que se aferran a los bordes de los acantilados. La singularidad de sus edificios hacen que Cuenca parezca una ciudad que desafía la gravedad y donde nada es lo que parece.

Es una oportunidad de disfrute para todo tipo de público, que agradecerán la variedad de actividades y ofertas de ocio. Por ello, se trata de uno de los destinos turísticos más visitados de España.

Un poco de historia.

De orígenes musulmán, la ciudad se empezó a poblar con la llegada de los árabes a la península ibérica. Nace cristianamente a partir de la conquista de Alfonso VIII en el 1177, comenzando un período en el que las religiones mayoritarias convivirán en paz.

La ciudad crece apoyándose en la industria del paño, la expansión agrícola, el auge de la ganadería  y la creación de los gremios de la lana, pero comienza a caer en declive con la peste de 1588 y las posteriores sequías, plagas de langostas y pérdida de población.  Cuenca ha pasado por todo tipo de bonanzas y males, quedando ello registrado en su arquitectura.

En el siglo XIX la ciudad crece por los ensanches en la zona llana del sur, lo que hoy es la parte moderna de Cuenca, manteniéndose en el norte la ciudad monumental, epicentro de nuestra visita.

Qué ver en Cuenca y alrededores.

La capital de la provincia tiene hoy dos centros bien diferenciados. A contramano de otras ciudades donde el crecimiento se realizó en torno al centro histórico, Cuenca los ha separado geográficamente.

Al sur se fue expandiendo una Cuenca moderna y joven. Hacia el norte, la Cuenca histórica, turística y monumental. Una escapada a Cuenca obliga a recorrer su centro histórico, pero también merece la pena extenderla un poco más allá, hacia paisajes y monumentos singulares.

Hoy nos vamos a centrar en 10 visitas y actividades en Cuenca y sus alrededores.

1. Las Casas Colgadas.

Vista de las Casas Colgadas desde el Puente de San Pablo

Son los edificios más emblemáticos de la ciudad ya que crean una estructura urbanística digna de fotografíar. Son tres casas, estrechas y alargadas, que tienen balcones que asoman vertiginosamente sobre la Hoz del Río Huécar. Su diseño es uno de los más curiosos de los pueblos de España, ya que están sujetas por unos soportes diagonales en tan sólo una pared.

No se construyeron por el interés de las vistas sino por la necesidad, ya que hace 600 años el único espacio  disponible en el que se podía construir un edificio  era sobre la Hoz del Río Huécar.

Fueron restauradas en el siglo XX, y en una de ellas, la Casa del Rey, se creó el Museo de Arte Abstracto (con entrada gratuita) donde se exhiben un centenar de pinturas y esculturas. Desde su interior, a través de las ventanas de la salas, podrán disfrutar de unas vistas impresionantes. Justo al lado se localiza el Museo de Cuenca que propone un recorrido por la historia de la ciudad a través de los hallazgos arqueológicos encontrados.

2. La Torre Mangana.

3. La calle de las Casas de Colores.

La Calle de los Colores
Recorriendo La Calle de los Colores.

 

Esta calle es una de las principales de la ciudad, que nace en el casco histórico hasta llegar al Ayuntamiento. Lleva el nombre del monarca que liberó a la ciudad musulmana y la hizo nacer como cristiana e hispana.

Levemente empinada, las casas de esta calle eran originalmente de color blanco pero por motivos que se desconocen, en el siglo XVIII comenzaron a pintarse de vivos colores, amarillos, rojos, azules, entre otros.

Sin embargo, todas las ventanas y puertas están materializadas por un marco de pintura blanca, llamado blincada, como medida de seguridad.

Si se preguntan ¿por qué cómo medida de seguridad? Solo es cuestión de imaginar la calle a oscuras y a ladrones intentando entrar en las casas, con este método se podía detectar al sospechoso al ver su figura en movimiento contrastando y ocultando esos marcos blancos.

4. El Castillo.

Del paso del tiempo, con desidia y abandono, no hay edificio que se libre y el Castillo de Cuenca es ejemplo de ello ya que el Arco de Bezudo,  una de sus entradas, es de los pocos restos que se conserva de las ruinas del mismo, que ocupó la antigua alcazaba árabe. 

Arco de Bezudo
Arco de Besudo. Entrada al Castillo.

Los restos del Castillo de Cuenca se encuentran en la parte más alta de la ciudad. Para llegar debemos salir desde la Plaza Mayor por la calle San Pedro. Pasaremos por la Iglesia de San Pedro, un curioso templo del siglo XVIII y planta octogonal.  Por el Convento de las Carmelitas Descalzas, sede de la Fundación Antonio Pérez, donde se muestra su colección de arte contemporáneo con obras de: Saura, Millares, Gordillo, Torner, Barceló, Warhol y otros artistas. Un museo curioso lleno de obras abstractas y con preciosas vistas que merece la pena visitar. Y por el Archivo Histórico Provincial (antigua sede de la Inquisición).

El Castillo es un excelente mirador sobre la ciudad, porque pasando el Arco Bezudo hay habilitada una escalera para subir hasta el punto más alto del mismo,  donde encontramos a mano derecha un mirador, con descenso hacia el río, de interés para una buena oportunidad fotográfica.

5. La Plaza Mayor.

La Plaza Mayor es el corazón de Cuenca. Cuenta con una forma muy particular, estrecha y alargada, no tiene ni las dimensiones ni la forma que uno espera, aunque sí es monumental.

Es un paseo perfecto para perderse y empaparse de la tradición de la ciudad, pueden contemplar las viviendas antiguas, así como la vida de las pequeñas calles que asoman cada vez que vas dando un paso más, lugar ideal para caminantes.

A medida que vayan avanzando verán todos los monumentos más destacados de Cuenca y los pequeños puestos de artesanías y souvenirs que permiten llevar un recuerdo de la ciudad.

En el comienzo de la Plaza se encuentra el Ayuntamiento, un edificio barroco con tres arcos de medio punto (por donde pasa el tráfico). Además encontrarán, una zona de bares para la noche y casas de colores.

Al final de la plaza, verán la Catedral de Cuenca y perpendicular a ella, el Convento de las Petras, del siglo XVI y en cuya pared se encuentra una bonita fuente.

Ayuntamiento de Cuenca.
Ayuntamiento de Cuenca.

5. La Catedral.

Tras la conquista de la ciudad, Alfonso VIII mandó a construir la Catedral que hoy podemos ver. Bueno, más o menos, ya que ha sufrido varios cambios desde su construcción. Como ejemplo perfecto tenemos la fachada: es la tercera construida después de que las dos anteriores se viniesen a bajo. Esta última se construyó el siglo pasado.

Cuando comenzó a construirse, la corriente arquitectónica que dominaba en España era el románico pero la esposa del rey, Leonor de Inglaterra,  aportó la influencia del estilo gótico normanda a sus obras.

El interior de la Catedral de Cuenca cuenta con unas curiosas vidrieras modernas, con poco más de cuarto de siglo, pero con un interior con varias capillas memorables por su precioso decorado de madera en el techo.

Catedral de Cuenca.
Fachada de la Catedral de Cuenca.
Puente de San Pablo.
Puente de San Pablo. Acceso a la parte Histórica de Cuenca.

El lento pero inexorable fluir del agua durante siglos ha provocado el fenómeno geológico que originó la necesidad de construir el  Puente de San Pablo, originalmente de piedra,  para cruza el Río Huécar e ir desde el convento de San Pablo a la ciudad histórica.

Ese puente de piedra se mantuvo 200 años en pie pero desde finales del siglo XVIII empezaron a producirse desprendimientos y hundimientos parciales de mismo y resultó necesario demolerlo.

El siglo XX trajo un nuevo ingenio moderno para hacer un puente de hierro y madera, que  solucionaba el paso hasta entonces truncado, convertiéndose en el nuevo Puente de San Pablo, obra del arquitecto valenciano José María Fuster y Tomás, una joya de la arquitectura industrial.

Restos del puente original quedan en ambos extremos del mismo, se aprecian especialmente hacia el lado que da al antiguo Convento, ya que fueron aprovechados para la construcción del nuevo Puente de San Pablo.

No hay paseo más bonito que cruzar el Huécar por él, desde aquí se obtienen las mejores fotos de las Casas Colgadas. Entrar en la ciudad a través de este puente nos parece la manera perfecta de empezar a conocer Cuenca (abstenerse personas con vértigo).

9. El Parador de Cuenca.

Parador de Cuenca
Parador de Cuenca visto desde el otro lado del Río.

Atravesando el Puente de San Pablo se llega a uno de los numerosos edificios religiosos construidos entre los siglos XVI y XVIII, el antiguo Convento de San Pablo. Fundado en el siglo XVI como Convento de los Padres Dominicos por el canónigo Juan del Pozo y Pino.

Tras varios cambios de dueño y el paso de los siglos, en 1991 se iniciaron las obras de reconstrucción que permitieron su re-apertura como Parador de Turismo hace 25 años, en abril de 1993.

Si tenemos la suerte de alojarnos allí podremos disfrutar de las visitas guiadas, conforme a la demanda,  gratuitas por el interior del Parador,  por su antigua iglesia y por el Espacio Torner,  lugar donde se exhibe de forma permanente las obras del artista nacido en Cuenca.

El monumental edificio del Parador de Cuenca es perfectamente visible desde las Casas Colgadas de Cuenca y desde cualquier mirador de ese lado, siendo el edificio referente al otro lado del río.

10. La Ciudad Encantada.

Si ya de por sí Cuenca cuenta con un encanto singular,  a pocos kilómetros de la ciudad existe un paraje igual de fantástico.

En pleno corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca en una amplia zona de pinares encontrarán la Ciudad Encantada. Se trata de un conjunto de piedras que, por la acción de la naturaleza, fueron adquiriendo formas de objetos, personas o animales.

Está ubicada en una finca privada a la cual se puede acceder previo pago de 5 euros por persona, donde niños y adultos disfrutan de un mágico escenario en el cual pueden dejar correr la imaginación.  Fue declarada “Sitio Natural de Interés Nacional”el 11 de junio de 1929.

La acción del agua, el viento y el hielo ha hecho posible este fenómeno. La heterogeneidad de las rocas en cuanto a su morfología, composición química y grado de dureza es lo que ha permitido el desgaste desigual de las mismas por los elementos atmosféricos. Esto da como resultado una muestra sorprendente de arte pintoresco proveniente de la misma naturaleza.

Se trata de un recorrido señalizado, de unos 3 kilómetros de longitud, de dificultad mínima, que se realiza en aproximadamente una hora y media, para visitar las diversas rocas y formaciones como el torno alto (símbolo de la Ciudad Encantada), que se encuentra justo a la entrada del recorrido, el mar de piedra, el barco, una foca o un perro.

Como curiosidad, Federico García Lorca le dedicó un soneto en 1935, escrito a mano en un folio con membrete del Hotel Victoria de Valencia: “El poeta pregunta a su amor por la Ciudad Encantada de Cuenca”. Además allí se rodó la mítica película de Conan El Bárbaro, protagonizada por Arnold Schwarzenegger.

Ciudad Encantada.
El Torno Alto. Símbolo de la Ciudad Encantada.

Otras opciones para ver.

Además de los sitios nombrados anteriormente, existen otras opciones de atracciones y actividades para realizar en Cuenca, que nosotros no hemos realizado por falta de tiempo, pero que aquí las compartimos para que las tengan en cuenta y puedan realizarlas en su próxima visita.

El Museo de Paleontología de Castilla-La Mancha: MUPA.

El Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha.

Hacer rutas de senderismo de la ciudad.

 

¿Cómo llegar?

Cuenca se encuentra a unos 200 km al este de Madrid o a unos también 200 km al oeste de Valencia.

Se puede llegar en tren desde cualquiera de esas dos ciudades gracias a que Cuenca está en pleno recorrido del AVE. En un trayecto de menos de una hora desde Madrid-Atocha o Valencia-Joaquín Sorolla hasta Cuenca-Fernando Zóbel.

Tanto Madrid como Valencia tienen conexiones con ALVIA o Cercanías con otros puntos de España, como Oviedo.

En coche, Cuenca está a menos de dos horas de Madrid, sin peajes, y a unas dos horas y cuarto por la A3 desde Valencia.

 

Links de interés.

Si desean más información, les dejamos los siguientes datos de utilidad:

 

 

 

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