No podíamos creer que ya teníamos los pasajes en nuestras manos. Aprovechamos una muy buena oferta de vuelos baratos y ya estábamos listos para empezar a planificar nuestras actividades en el continente europeo.
Empezábamos de cero: completar los días de viaje con actividades, alojamientos y traslados se volvería un desafío. Por suerte los pasajes fueron comprados a fines de agosto de 2019 y teníamos 5 meses por delante para la planificación del viaje perfecto.
Las únicas certezas que teníamos eran que por un viaje familiar íbamos a estar en Río de Janeiro y el vuelo de ida saldría de esa ciudad el 22 de marzo de 2020 y llegaríamos a París (Francia) un día después. Y nuestro vuelo de vuelta saldría el 08 de abril de 2020 de Luxemburgo para arribar a Buenos Aires al día siguiente. Ése era nuestro punto de partida.
Las primeras preguntas que se nos venían a la cabeza eran ¿Cómo uniríamos París con Luxemburgo? ¿Qué teníamos ganas de conocer? ¿Cuál era nuestro presupuesto? Y para responderlas armamos cuatro opciones de itinerarios posibles.
Opción 1 – Una Vuelta por los Países Bajos.
Una de las primeras opciones que se nos ocurrió fue unir París con Luxemburgo haciendo un road trip por los países bajos. Teniendo 15 noches por delante en europa empezamos a dividirlos de tal manera de que nos quede algo práctico y que sea acorde a cada destino que visitaríamos.
– París (4 noches): Llegaríamos a esa ciudad después de un largo viaje. No merecía que pasemos de largo, y por lo menos le teníamos que dedicar un par de noches a esta hermosa ciudad. Creíamos que esa cantidad de días estaba bien para visitar la Torre Eiffel y alrededores, las catacumbas, el Palacio de Versalles y un día en Dineyland París.
– Bélgica (4 noches): Luego nos desplazaríamos a la ciudad de Bruselas en tren para hacer base allí y poder conocer otras ciudades como Brujas, Gante, Amberes y la capital belga. Le asignaríamos un día a cada ciudad moviéndonos en tren.
– Holanda (4 noches): Desde Bruselas viajaríamos en tren hasta la ciudad holandesa de Ámsterdam donde haríamos base allí durante toda la estadía. Desde ahí podríamos movernos, también en tren, a otras ciudades como Utrecht, Alkmaar, Haarlem, u otras.
– Luxemburgo (3 noches): Por último desde Ámsterdam viajaríamos en tren hacia el ducado de Luxemburgo. Un país desconocido por muchos, pero que cuando empezamos a averiguar nos dieron muchas ganas de conocerlo. Desde allí tomaríamos nuestro vuelo de vuelta a Buenos Aires. Por eso vimos conveniente estar por lo menos un día antes en este país ante cualquier imprevisto.
Opción 2 – Tour de France.
Agarrar el auto y recorrer los pueblo y/o ciudades de Francia era una opción que nos interesaba. Algo parecido a como lo hacen con la bicicleta los que participan del Tour de France, y un posible itinerario de viaje era el siguiente:
– París (3 noches): Solamente sacarnos la foto con la Torre Eiffel y salir a la ruta.
– Rennes y Nantes (3 noches): Recorrer la región de Normandía y Visitar el Monte Saint-Michel.
– Burdeos, Toulouse y Marsella (3 noches): Visitar tres de las ciudades más grandes de Francia.
– Lyon (2 noches): Llegar a Lyon, recorrer esta ciudad y desde allí hacer una escapada a pueblos como Annecy o Chambery.
– Estrasburgo (2 noches): Desde aquí podríamos recorrer el pintoresco pueblo de Colmar y otros de la región.
– Luxemburgo (2 noches): Por último dejaríamos el auto en Estrasburgo y viajaríamos en tren hacia Luxemburgo donde esperaríamos nuestro vuelo de regreso mientras recorreríamos ese hermoso país.
Opción 3 – París, Londres, Bélgica y Luxemburgo.
Casi en paralelo a la opción anterior manejábamos una similar pero que incluía a la ciudad de Londres en vez de Holanda resultando de la siguiente manera:
– París (5 noches): Idem opción 1.
– Londres (4 noches): Viajando con el Eurostar, tren que pasa por debajo del canal de la mancha, llegaríamos a Londres ciudad que para hospedarse es una de las más costosas; por ello permaneceríamos en algún barrio alejado en el centro pero con buena conectividad en metro con las zonas turísticas. En lo posible, también queríamos visitar todo lo referido al mundo Harry Potter dado que Juli es fanática y hacer alguna excursión a alguna ciudad con historia como por ejemplo Bath. Pero siempre haciendo base en Londres. Por eso creíamos que asignar 4 noches era más que suficiente.
– Bélgica (4 noches): Regresaríamos con el Eurostar pero a Bruselas y repetiríamos la opción 1.
– Luxemburgo (2 noches): Por último desde Bruselas viajaríamos en tren hacia Luxemburgo donde esperaríamos nuestro vuelo de regreso mientras recorreríamos ese hermoso país.
Opción 4 – Costa Azul francesa, Norte de Italia y Luxemburgo.
Esta última opción, la que definitivamente elegimos surgió por el descarte de las anteriores. ¿Cómo por el descarte?… a saber:
- Londres es una ciudad donde alojarse resulta muy caro, y alojarnos 4 noches en la capital inglesa nos encarecía mucho el presupuesto.
- Subirnos al Eurostar era algo que anhelábamos, pero los pasajes París-Londres, Londres-Bruselas costaban por lo menos 80 euros por persona por tramo. Fuera del presupuesto.
- Bélgica es un país hermoso, pero cuando empezamos mirar videos de viajeros en Youtube no terminó de convencernos 100%. Sumado a que también el precio por noche de un alojamiento estaba por arriba de la media europea.
- Con Holanda nos pasó algo similar a Bélgica, si bien es un país que tenemos que conocer algún día, entre los precios super caros de alojamientos, el clima en esa época del año, y alguna que otra cosa más que vimos por Youtube se nos fueron las ganas de visitarla.
- El Tour de France era una opción que a Juli no la convencía del todo. Resultaban ser muchas ciudades en pocos días, muchos kilómetros a recorrer en auto y se convertía en una opción onerosa y cansadora.
- ¡Alojarse en Luxemburgo es carísimo! Cosa que no tuvimos en cuenta a la hora de comprar los pasajes baratos. Nos ahorramos unos pesos con los pasajes pero los gastaríamos en el alojamiento en ese país. Por eso reducimos nuestra estadía de 3 a 2 noches.
Pero la realidad es que todas lo que describimos arriba eran solo excusas porque en realidad queríamos conocer otros destinos: Mateo, la Costa Azul francesa y Juli Italia.
Por eso armamos el itinerario definitivo de la siguiente manera:
– París (3 noches): Llegaríamos a la capital francesa para recorrer lo “justo y necesario”. Con visitar la Torre Eiffel el Palacio de Versalles y un día en Dineyland París ya estábamos hechos.
– Niza (2 noches): Luego viajaríamos en bus hacia el sur para hospedarnos en la bella ciudad de Niza. Donde dedicaríamos un día para recorrer esa ciudad y otro para visitar el principado de Mónaco.
– La Spezia (2 noches): Lugar que sería la base para visitar la hermosa región de Cinqueterre.
– Florencia (3 noches): Luego de visitar Cinqueterre nos dirigiríamos a Florencia y desde allí visitar otras ciudades de alrededores como Pisa. Todos los traslados en el país tano los haríamos en tren, por lo que implicaban solo unas pocas horas de viaje.
– Venecia (3 noches): Una vez que terminaríamos de recorrer la toscana viajaríamos en tren al norte de Italia para conocer hermosas ciudades como lo son Venecia y Verona. Nos alojaríamos en las afueras de Venecia para movernos desde allí hacía ambas ciudades en poco tiempo.
Desde Venecia viajaríamos a Milán, donde subiríamos a un vuelo que nos llevaría a Luxemburgo.
– Luxemburgo (2 noches): Nos alojaríamos cerca del aeropuerto, ya que se trataba de una de las zonas más baratas y desde allí conoceríamos el centro de Luxemburgo y sus principales atracciones. Finalizado este recorrido tomaríamos el vuelo, con escala en Londres que nos llevaría a Buenos Aires.
Un viaje que tuvimos que reprogramar.
Si estuvieron atentos a las fechas que indicamos para la cual hubiera sido el viaje se imaginarán que pasó…
En próximas publicaciones les estaremos contando exactamente cómo nos afectó el tema del Covid-19, pero…
Alerta spoiler: Este viaje no lo hicimos y no sabemos si lo vamos a poder hacer.
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